¿Y si te hablo de ella? Podría, pasarme horas enteras, escribiendo miles de palabras. Pero no, unas pocas basta... para empezar. Ese lunar que les queda a las tias que te cagas, y que las hacen más sexis aún; ese lunar, lo tiene ella. Bueno, miles. Millones, todos tan perfectos... Los ojos, joder, yo cuando estoy con ella no necesito espejos porque es mirarla y verme. Dios, tío, y ya no te hablo de su sonrisa porque te cagas. Esas sonrisas tan perfectas que te hacen sentir bien, que te alegran; esas sonrisas, las tiene ella.
¡Que mujer!, eso sí que es una mujer, con todas las letras, y las curvas, que de Diosa, no se queda corta.
Que tanto tiempo sin verla, empieza a pasar factura, y más si te debe cigarros, que bueno, esos se los lleva el viento, pero a ella no. Seguirá ahí, en la distancia, pase lo que pase, ocurra lo que ocurra, no se moverá, porque sé, que estará esperando.
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