Vivir, probablemente, radique en algo ajeno a ti y a mi. Existir, con certeza absoluta, no está en nuestras manos.
Tenemos, en cambio, en nuestra palma, los hilos de los títeres, el poder de modelarnos; de cambiarlo todo para que nada cambie y de establacer un orden para huir de lo constante.
Cuando lo absurdo es lo más coherente y los tontos resultan ser los más listos, yo resulto ser absurdamente tonto.
Porque si el sol sale cada día y cada día se pone, ¿afirmarías que ver salir el sol cada día y cada día verlo ponerse, corroboraría tu existencia? Acepto que me llames loco y también acepto que no entiendas nada, pero lo que no admito es que vivas sin pensar (como hacía yo hasta ahora) en que cada día, como me dijo un grande, respiras lo que te da la vida; lo que sin dudarlo te la quita.
Pero toda reflexion debe tener una pregunta, y la mía es: ¿para qué queremos meditaciones verosímiles?
F.
F.