quien se inspira en la nada, o en una piedra que talla con versos, y perfila con astucia.
Soy yo el que compone, el que no piensa en nada pero lo dice todo,
el que no se dirige a nadie pero quiere hablar de ti.
Puede que tambien sea yo aquella persona de la que oíste hablar pero de la que ya no te acuerdas,
esa "p" muda de los psicos, no más muda que la "h" helada en la que se resume mi vida.
Es irrelevante si soy o no soy, pero si el ¿quién soy?
De nuevo digo, soy yo y aun siendo malo en descripciones, yo lo intento.
Me presento, tardíamente, ante tal fiel público. No sé como lo hago así que no preguntes; solo escucha.
Soy uno de tantos, pero no de muchos. Perspicaz y estúpido; humorístico y patoso; intenso y peculiar. Pero nunca normal, para mi un insulto, para otros un alivio; también uno de mis miedos: la simplicidad.
Yo sigo: soy fiel a los fieles, pesado desde el primer minuto, pero todo el que me conoce, bien me aguanta. La alegría es mi apellido, y curiosidad, mi nombre. La vida es un misterio, de los más grandes, de los que yo más me cuestiono; todo un filósofo: existencial
Continúo: friki de los frikis; querido por cinco, amigo de muchos; ¿popular? - Sin retrasos severos, con afán de diversión. No busco motivos para despartarme cada día, porque ya los tengo. No necesito ser rico; mi riqueza es distinta. Creído como yo mismo, ¿superior? - No, gracias; me gusta querer a quien me quiere: quiero a cinco.
Finalizo: tengo miedos, como todos. Miedos extraños, inentendibles. Tengo miedo al fracaso, a no tener éxito. Tengo pavor al futuro y al hecho de no ser nada, ni nadie. Y tengo pánico a no cumplir mis sueños, mis planes, mi vida. No quiero ser uno más, uno de tantos que decía; quiero ser yo, el dueño de mi destino, el único que pueda cambiarlo.
Y ese soy yo, no uno más; soy Fran y esto aquí para servirte.
Atentamente, F.